El ganador del Britain’s Got Talent, Paul Potts, ha pasado la mayor parte de su vida sintiéndose "insignificante". Siendo agredido en el colegio por el hecho de "ser diferente", creció con la certeza de que solamente contaba con una verdadera amiga, su voz. Cantar era su forma de escape. Era capaz de perderse en su propio mundo, donde podía reemplazar las palabras de sus agresores con hermosas letras y melodías que levantaban su corazón y espíritu. Era un amor, una pasión, un modo de vida que Paul siguió hasta la adultez y que le fue de gran ayuda en diversos momentos de adversidad; pero también se trató de un don que pasó largo tiempo desapercibido por la falta de confianza que afectaba a este trabajador y humilde hombre de 36 años.
Nacido a las afueras de Bristol el 13 de octubre de 1970, hijo del conductor de autobús escolar Roland y su esposa Yvonne, una cajera de supermercado, Paul fue uno de cuatros hermanos y cantó desde que tuvo uso del habla. "Mi madre dice que recuerda cuando me escuchaba cantar el tema de ET mientras pretendía dirigir con unos palos a una orquesta imaginaria", ríe Paul.
Para cuando cumplió 11 años, era parte de uno de los mejores coros de iglesia en Bristol. Pero fue cuando cumplió 16 años que su amor por la ópera tomó forma. "Compré un disco de Carreras que estaba en oferta. Era la primera vez que escuchaba Che Gelida Manina (Your Tiny Hand Is Frozen) y me conmovió. Hasta ahora, La Boheme sigue siendo mi ópera favorita".
Aunque Paul ya se había presentado como amateur, su falta de confianza y temor al rechazo siempre lo mantuvieron alejado de los circuitos profesionales. "Como yo lo veía, si no me exponía, nunca nadie me diría: No. Me sentía más seguro no intentándolo".
Así que mejor se puso a trabajar, acomodando colchas en un supermercando y, a últimas fechas como ya es conocido, vendiendo celulares, empleo en el que uno de sus jefes, por cierto, le dijo que era un vendedor nato, "pero yo sabía que eso no era verdad", dice Paul, "cuando vendía, siempre me parecía que estaba interpretando un papel. Cuando cantaba, en ese momento sí me sentía yo mismo; ese era el verdadero Paul".
En el 2000 Paul utilizó sus ahorros y algo de dinero que ganó en un concurso, para asistir a un curso de tres meses en un colegio italiano donde aprendió el idioma encendiendo así aún más su pasión; incluso logró participar en una clase de su ídolo, Pavarotti. Pero estaba a punto de sufrir una cruel caída.
En el 2003 empezó a tener problemas con su apéndice. Mientras recibía tratamiento para esta enfermedad, los doctores descubrieron que Paul tenía un tumor benigno en la glándula suprarrenal. Fue exitosamente removido pero mientras se recuperaba, sufrió una caída de su bicicleta y se rompió el cuello. "De todos los problemas de salud por los que he pasado, romperme el cuello fue lo más doloroso. Me tomó meses recuperarme. Llegué a un punto tan bajo, que cantar era la última cosa que me pasaba por la cabeza".
Y podría haberse dado por vencido, de no ser por Britain’s Got Talent, el show de búsqueda de talentos para nuestra generación, creado por Simon Cowell y coproducido por su compañía de entretenimiento, Syco TV. Por primera ocasión en la historia de reality shows por televisión, las emisiones en América e Inglaterra ocuparon el No.1 durante la final del show británico con más de 13 millones de televidentes. El programa ahora ha sido comisionado a nivel mundial y será mostrado en 40 países diferentes para fines de este año.
Aunque es justo decir que Paul subió con una actitud cobarde, casi pidiendo perdón, al escenario de Cardiff para la audición del show. Vestido en un infame traje Tesco que costaba escasas 35 libras, le dijo a Simon y a los jueces Amanda Holden y Piers Morgan, que cantaría ópera… nadie imaginó que se estaban ante el futuro ganador, hasta que abrió la boca y comenzó a cantar.
Fue como Simon ha dicho una y otra vez desde entonces, simplemente mágico. "Increíble", añadió Piers. Y Amanda, que estaba al borde de las lágrimas, dijo que su voz le había provocado piel de gallina. "No esperábamos esto", admitió Simon.
"Estaba tan nervioso, parecía una gelatina. Pero cuando vuelvo a mirar el video de la audición puedo ver en mis propios ojos como al empezar a cantar desaparecieron los nervios… Cuando dejé de cantar por algunos segundos casi sufro una taquicardia porque no tenía idea qué iban a decir los jueces de mi".
Desde entonces, los logros de Paul Potts inundaron Internet, ganando fanáticos de Australia a Taiwán. "Un tipo humilde que ni siquiera sabe el increíble don que tiene, Paul Potts es una verdadera estrella", escribió uno.
"Ha cambiado toda mi vida. Solía sentirme tan pequeño e insignificante; pero ahora sé que soy alguien… Soy Paul Potts y esto es lo que hago", dice Paul con una sonrisa.
Pero no hay de qué preocuparse. No hay modo en que Paul se convierta en un engreído. "No voy a cambiar. ¡Aunque quizá invierta en comprarme unos trajes bonitos!, pero sin importar lo que pase, voy a guardar mi traje Tesco; es un recordatorio de donde estaba y a donde he llegado… aunque mejor vestido, espero".
Paul también espera poder arreglar su diente roto: "No creo que me quedara una de esas sonrisas deslumbrantes al estilo de Hollywood. Pero estaría bien arreglarlo porque sé como se ve cuando canto". Entre otros planes para las 100 mil libras que ganó como premio, Paul tiene contemplado llevarse a su amada esposa, Julie-Ann (27 años y con quien se casó hace cuatro) a un safari y, si hay suerte, iniciar una familia.
"Era algo en lo que no podíamos siquiera pensar antes, es muy costoso" explica Paul quien vive con Julie-Ann en una modesta casa de dos habitaciones en el sur de Gales. "Ahora podemos".
"Todo esto es como un cuento de hadas. Algunas veces siento terror con la idea de abrir los ojos y descubrir que solamente ha sido un sueño" dice Paul. "El apoyo que he tenido es increíble, me siento bendecido y lo agradezco con humildad. Todo este proceso ha hecho tanto por mi autoestima que realmente no hay modo en que pueda agradecerle a la gente por darme la oportunidad de vivir mi sueño. Recibir un regalo así es más de lo que podría haber esperado en toda mi vida. Finalmente, estoy haciendo lo que siempre creí que era para lo que había nacido; algo que amo y que me produce tanta felicidad".
Tomado de :http://www.bangbangradio.com/
Web de Paul Potts: http://www.paulpottsuk.com/